Recensión e ideas sobre «El manuscrito de fuego».
Autor: Luis García Jambrina (Zamora, 1969).
Editorial: Espasa.
Año: 2018.
Temática: Novela histórica.
Colección: ESPASA NARRATIVA.
Número de páginas: 424.
GRACIAS. Esta es, quizás, la mejor forma de resumir, como lector, mis impresiones tras finalizar la lectura de «El manuscrito de fuego».
En primer lugar, gracias al autor, Luis García Jambrina, por ofrecernos esta nueva historia, tercera de su famosa saga de manuscritos. En esta ocasión, el género de novela histórica se ve hábilmente imbricado con ingredientes bufonescos y una trama palaciega que nos transporta, sin poder ofrecer resistencia, al esplendor de la Corte del emperador Carlos V —mostrándonos, a su vez, las miserias propias de la realeza, personificadas en la soledad de Isabel de Portugal— y nos dibuja, con precisión, las tensiones propias de la nobleza de la época, donde el honor, la hipocresía y la traición eran caras de una misma moneda.
Mi agradecimiento, Luis, como bejarano. Gracias por convertir esta noble villa de Béjar en el mejor escenario posible para ambientar una historia a la que, si bien parte de un hecho real —la muerte de Don Francés de Zúñiga— has sabido dotar de tintes novelescos, oscuros y, en cierta medida, heroicos. El camino entre las iglesias de El Salvador, Santa María y Santiago; los paseos por el Tranco del Diablo o el sonido del río Cuerpo de Hombre no volverán a ser los mismos. A partir de ahora, cada vez que recorra estos lugares me veré, sin remedio, acompañado de don Fernando de Rojas.
Y, cómo no, gracias por situar a Don Francés en el punto central de la defensa a la Universidad. En este 2018, efeméride del VIII Centenario de nuestra Universidad de Salamanca, nadie mejor que Rojas para defender la labor docente e investigadora de la institución, el necesario carácter científico y crítico de quienes la formamos, su independencia frente a la política, el gobierno y cualesquiera otros poderes fácticos y su rol fundamental en el desarrollo de la sociedad.
Por último, aunque no menos importante, gracias a los protagonistas, Fernando de Rojas y Alonso Jambrina. Especialmente a este último, pues a través de sus escritos nos hace partícipes partícipes, una vez más de las pesquisas e indagaciones del genial autor de la Tragicomedia de Calisto y Melibea. Con vosotros hemos sufrido, luchado e, incluso, hemos estado a punto de morir en un par de ocasiones. Fernando, es hora de que te des un respiro: fuiste y eres un buen pesquisidor, fuiste y serás un buen padre y tutor. Alonso, cuida de Isabel, de Sabela y de Fernando. Y no dejes nunca de escribir vuestras andanzas, pues con tu apasionada pluma seremos testigos, seguro, de grandes intrigas y bonitas historias.
Valoración: muy recomendable.
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