No era la primera vez que aquella imagen aparecía, nítida, en mis sueños… siempre recordaré aquel paseo de otoño, de la mano de mi padre:
—Hijo, una persona buena no es quien nunca se equivoca, sino quien rectifica y aprende de sus errores.
Papá, allá donde estés, ¡te quiero!
Pues se ajusta perfectamente a lo exigido😁 De hecho, me parece un relato estupendo: enternecedor y melancólico.
Enhorabuena!
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¡Muchas gracias! ☺️
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