El reto «Escribir Jugando» del mes de junio lanzado por Lídia Castro me permite adentrarme en un género inexplorado hasta ahora. Para crearlo, he tomado en cuenta tanto la imagen de la carta como el objeto del dado (señal) propuestos, así como el reto opcional. Aunque no es apto para lectores sensibles, espero que lo disfrutéis.
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Día 4. Las posibilidades de salir con vida mutan de escasas a nulas, como una goma elástica que se atiranta inexorablemente hasta romperse, cuantos más días permanezco suspendido de estos grilletes oxidados que me asen al mugriento sótano. El tiempo se agota y no hay señal de milagro alguno. Más sobrecogedor que el hambre, el dolor o los gritos de pavor que me llegan a través del eco, resulta la incertidumbre ante mi suerte. La crueldad de mi ejecutora es mucho más que un mito aterrador: solo los más valientes logran resistir diez días sin implorar su propia muerte…
(99 palabras)
Muy bien trabajado. Algo siniestro. Pero me ha gustado. Un saludo!!
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Muchas gracias por pasarte y comentar, Keren. ¡Un saludo!
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Wow, me ha sobrecogido el escenario que nos presentas… No quiero ponerme en la piel del protagonista, por ni empatizar demasiado con él. Muy inquietante todo…
Muchas gracias por participar en el reto.
Un abrazo y hasta pronto.
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¡Muchas gracias, Lídia! La verdad es que yo mismo me iba estremeciendo a medida que el micro tomaba forma… Muchas gracias a ti, por una nueva oportunidad para crear. ¡Un abrazo!
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Excelente! Se visualiza muy bien la situación en la que está metido. Un saludo.
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¡Muchas gracias por leerlo y por tu comentario! Un saludo.
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