¡Bienvenido/a al reto: “Una palabra por 30 días”! Desde el pasado 10 de mayo hasta el próximo día 8 de junio, publicaré un post diario con un microrrelato que contenga la palabra correspondiente de la siguiente imagen. Además, el relato contendrá el número de palabras que resulte de generación aleatoria.
¡Me encantaría que participaras y dejases tu creación en los comentarios! Puedes consultar las bases, aquí.
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Día 28: 6 de junio de 2021
Palabra del día: ASCENSOR
Extensión: 199 palabras
La pasión de toda una vida concentrada y organizada en aquella habitación bajo el suelo: incunables, sellos, monedas, obras de arte o artilugios exóticos y, en su mayoría, muy caros. Iluminación, temperatura, calidad del aire… todo medido al milímetro para que cada uno de los tesoros disfrutase de buena salud.
Cada vez que descendía en el ascensor, dejaba atrás el mundanal ruido, el estrés, los eventos sociales o las cámaras de televisión. Ahí abajo solo era Gregory McHaw; el frágil y sensible chico que tuvo que abandonar su casa cuando apenas contaba con ocho años, huyendo de un contexto de violencia extrema. Sin duda, era un hombre hecho a sí mismo que se había empeñado, durante toda su vida, en no replicar los comportamientos de ese animal abominable que había puesto una célula reproductora en su gestación, pero en nada más se ganó el derecho de llamarse “padre”.
Era feliz allí, aunque sus amigos de la infancia y las parejas con las que había llegado a compartir algunos momentos no llegasen a entenderlo. Miró el reloj, disponía de tiempo suficiente aquella tarde para reparar su joya de la corona: la primera edición, desconocida para el mundo, de La Celestina.
Suerte por sus joyas artísticas, pero mucha más suerte por haber sabido y podido rehacer su vida.
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Es cierto, y desde luego es una suerte que el personaje tenga un espacio donde poder ser él mismo. Muchas gracias por leer y comentar. ¡Un saludo!
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