El reverso

Una lágrima rebasó el dique de sus ojos al tomar entre sus manos temblorosas aquella caja de zapatos: tantos momentos felices ahora perdidos… había roto su promesa de no azotar aquellos recuerdos que afligían su espíritu. Abandonó el desván rumbo al salón de la vieja casa mientras la escarcha que atería sus entrañas parecía inundar el ambiente de aquellas estancias que otrora brillaran al calor de una infancia feliz.

Se acercó al pequeño mueble de roble, junto a la chimenea, y allí lo descubrió: un pequeño álbum de fotos antiguas, que había pasado desapercibido durante todo aquel tiempo, a pesar de que ella visitaba el hogar de sus abuelos al menos una vez al año. Admiró, con cariño, cada imagen y, en la última página, encontró una instantánea fuera de lugar. La acarició y la examinó con una sonrisa: en ella aparecían sus padres, muy jóvenes, tomando en brazos a su hermano, a quien ella no había conocido. Detrás, en segundo plano y flanqueándolos, sus cuatro abuelos. Ella pensó que, si la felicidad existía, debía pasar por formar parte de aquel instante inmortalizado para siempre.

Dio la vuelta al papel fotográfico. Se sorprendió al comprobar que contenía un pequeño mensaje; parecía la letra de su abuelo Jonás: Pase lo que pase, nunca caminarás sola; siempre perviviremos en tu memoria y en tu corazón. Septiembre de 1994.

De nuevo una lágrima pugnaba por salir, pero ahora era distinto: sentía en su alma una calidez casi olvidada. Se sentía en paz.

(249 palabras sin contar el título).

* . * . *

Imagen tomada de ‘El Tintero de Oro’

Este microrrelato de 249 palabras ha sido creado para el desafío de mayo de 2023, Microrreto: la paleta de las emociones, propuesto por David Rubio en el blog ‘El Tintero de Oro’. Las emociones que me han guiado han sido la tristeza, la alegría, la melancolía (o, tal vez más precisamente, la nostalgia) y la confianza, entre otros. Ha sido, sin duda, uno de los retos más inspiradores de los que he podido participar en ese magnífico espacio. ¡Espero que os guste!

Publicado por

Javier Sánchez Bernal

Licenciado en Derecho, Máster Universitario en Corrupción y Estado de Derecho y Doctor por la Universidad de Salamanca. Líneas de investigación: Derecho penal económico, Derecho y deporte, corrupción pública y privada. Proyecto de escritor.

55 comentarios en «El reverso»

  1. ¡Ay, Javier, qué bonito! un relato que contagia melancolía, escrito con mucha dulzura. Azotar recuerdos, escarcha en las entrañas…, me encanta el modo en que muestras el estado de ánimo de la protagonista conduciéndola hacia ese momento final de calma. Una historia preciosa contada de maravilla.

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  2. Hola Javier, la ternura y la añoranza con que describes a sus padres y abuelos lo narras de una forma exquisita. Desprende muchas sensaciones, la sorpresa al encontrar el álbum, la alegría al ver la foto y posterior añoranza y melancolía, para que al final la paz sea plena. Me encantó. Un abrazo

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    1. ¡Hola, Marifelita! En efecto, recordar a los nuestros, que ya no están, es una de las experiencias más intensas que podemos vivir. Me alegra saber que he conseguido trasladar esa vivencia en el micro. ¡Muchas gracias por la visita y por el comentario! ¡Un abrazo!

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  3. Hola Tristán. Tu relato está lleno de ternura, me gustó muchísimo.. Es así, nuestros seres queridos que murieron, perviven en nuestra memoria. Por eso, en la religión judía es costumbre al recordarlo decir, «Bendita sea su memoria».

    Un abrazo.

    PD. Muchas gracias por tu comentario en casa. Bienvenido siempre que lo desées.

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  4. Hola, javier
    La pérdida es un atizador de un montón de sentimientos y emociones. En tu texto, el bucle en el que parece encontrarse la protagonista, encerrada en su nostalgia y tristeza, encuentra una vía de escape en esas fotografías con las que resuelve su agitación interior. Me ha gustado la sensibilidad con la que has narrado la historia.

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  5. Hola, Javier, una historia familiar entrañable, y hermosa la forma en que la has narrado. Hay pérdidas que dejan un gran vacío, pues esa visita cada año a la vieja casa desahitada lo indica, y lo corrobora esa nostalgia y mezcla de sensación de soledad y desamparo, que, gracias a su descubrimiento y a esa ultima fotografía, al fin logra que se revierta, y se torne en paz.

    Me gustó mucho tu micro. Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Idalia! Muchas gracias por visitar la Buhardilla y por tu comentario. A veces, para obtener paz, solo necesitamos dejarnos llevar y, creo, es lo que le sucede a la protagonista del micro.
      Me alegro mucho de que hayas disfrutado la lectura.
      ¡Un abrazo!

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  6. Hola, Javier. Fíjate que para mí, las emociones más nocivas son aquellas que sentimos frente a situaciones intangibles en la vida real, como la ansiedad, que es ese temor a algo que ni se ha producido ni tiene por qué producirse. Incluyo aquí la melancolía o la nostalgia. ¿Para qué sirven? En tu micro, nos lo muestras. Ambas emociones son en realidad síntomas de que nuestro presente no carbura y entonces miramos atrás, buscando una época que la que pensamos que sí éramos felices.
    Ese reverso da sentido a ello y también una respuesta: el pasado son nuestros cimientos y gracias a ellos somos lo que somos, lo que nos hace especiales y lo que nos impulsa a seguir edificando nuestra historia.
    Para eso sirve la nostalgia, para buscar en nuestro pasado las fuerzas que nos faltan en el presente. Un abrazo!

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    1. Hola, David. En primer lugar, muchas gracias por brindarnos otro maravilloso reto, que permite dar lo mejor de uno mismo a la hora de crear historias. Sin duda, El Tintero es hoy un referente para todos nosotros.
      Me ha gustado (y, hasta cierto punto, sorprendido) tu reflexión sobre la melancolía y la nostalgia, me has dejado pensando en ello.
      Gracias, una vez más, por la oportunidad de ser parte de la maravillosa comunidad de El Tintero de Oro.
      ¡Un fuerte abrazo!

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  7. Qué preciosidad, Javier!! Me parece impresionante cómo has conseguido que la protagonista vaya de emoción en emoción a través de los recuerdos que le trae la casa familiar y luego el álbum de fotos. Muy sorprendente, hermoso y cierto el mensaje que le deja su abuelo Jonás en el reverso de la fotografía. Te felicito. Un saludo!!

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  8. Maravilloso micro, Javier.
    Cuántas emociones pueden quedarse impregnadas en las fotos de aquellos que nos han querido y a los que seguimos queriendo pese a su ausencia. Esos viejos álbumes de fotos, al igual que la música que ha acompañado los momentos más cruciales de nuestra vida, son ideales para reconectarnos con lo que hemos sido en el pasado y para impulsarnos hacia un futuro en el que nos encontremos más en paz con nosotros mismos.
    Felicidades por ese despliegue de emociones y por tan bella historia.
    Un fuerte abrazo.

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  9. un texto muy lirico, sobre todo en el primer parrafo, con potentes metaforas. Afortunadamente la melancolia, en la que a veces nos gusta regodearnos y autocomplacernos, en esta ocasion sirve para algo positivo, y transmite al protagonista esa paz, a veces tan necesaria como escasa.
    abrazo

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  10. Precisamente por eso no me gusta mirar fotos antiguas. Sé que hay quien siente consuelo, pero a mí la nostalgia me mata. Tantas pérdidas en unos trocitos de cartón me hacen sentir el tiempo que se fue. No soy de guardar ni de mirar fotografías. Pero tu relato es precioso.
    Un beso.

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