Bienvenidos a mi hogar. Tristán. Blog literario editado en Béjar (Salamanca), por Javier Sánchez Bernal. ISSN: 2605-535X.
Autor: Javier Sánchez Bernal
Licenciado en Derecho, Máster Universitario en Corrupción y Estado de Derecho y Doctor por la Universidad de Salamanca.
Líneas de investigación: Derecho penal económico, Derecho y deporte, corrupción pública y privada.
Proyecto de escritor.
Se va despidiendo 2022. Ha sido un bonito año, repleto de relatos, bernalinas, reseñas y retos literarios, incluido el que he puesto en marcha en este espacio: Las cuatro caras de la historia. Hemos disfrutado de grandes momentos… instantes que no habrían sido posibles sin el apoyo y las contribuciones de cada uno/a de vosotros/as.
Por ello, este post busca simplemente daros un inmenso ¡GRACIAS! por cada visita, cada «me gusta» y cada comentario, así como por todas las interacciones en redes sociales. Cada gesto cuenta y es importante para la Buhardilla. Ojalá cada entrada os haya permitido disfrutar, sonreír, soñar… y, sobre todo, os haya acercado, de una manera u otra, al emocionante mundo de las letras. No ha sido otro el propósito y ese será mi mayor éxito.
2023 está ya preparado para regalarnos 365 oportunidades para ser felices. Os deseo salud… mucha salud: que la pandemia, que aún no se ha marchado de entre nosotros, vaya remitiendo como ha hecho hasta ahora; amor, mucho amor para todos/as y, por supuesto, ¡¡mucha literatura!! Leed todo lo que podáis en este nuevo año: clásicos y autores noveles, bestsellers y autopublicados… aventuraos cuanto gustéis. Y, si os quedan fuerzas, visitad este blog. Os lo agradeceré de corazón.
La mejor salida y entrada de año para todos/as desde la Buhardilla de Tristán.
Créditos de la imagen: Editorial Dykinson (tomada de Google).
Contiene espóiler.
Sinopsis libre:
Yuri Santacruz, hijo del agregado de negocios de la embajada española en la Unión Soviética y de la descendiente de un comerciante ruso, se ve obligado a salir de su país siendo niño en tiempos de la Revolución bolchevique. Roto por verse separado de su madre y de su hermano, llega a Madrid con su padre y su hermana Katia.
Gracias a su progenitor comienza a trabajar en la embajada de España en Berlín, bajo las órdenes de Erich Villanueva. En la capital alemana, el protagonista conoce y se enamora profundamente de Claudia Khaler, la joven esposa de un oficial nazi y convencida de la ideología nacionalsocialista, lo que convierte su intensa relación en prohibida.
La perseverancia por encontrar a su familia, quebrada por los rigores de la guerra, lleva a Yuri de vuelta a su tierra donde descubrirá la cruel verdad de su historia y la de su familia, viéndose arrastrado a una descarnada lucha por sobrevivir.
Reseña:
Paloma Sánchez-Garnica nos presenta, en Últimos días en Berlín, una novela desgarradora en la que el amor, puro e inquebrantable, se abre paso entre el dolor y la muerte reinantes en la Europa de la primera mitad del siglo XX.
Nos encontramos ante un excelente ejemplo del género histórico, si bien esta narración va más allá de ser un espejo fiel de hitos o acontecimientos. Resulta positivo, en mi opinión, el contrapunto que constituye la (doble) historia romántica del protagonista con Claudia Khaler y con Krista Metzger ante la intensidad de la línea argumental bélica. En este sentido, uno de los grandes aciertos de la autora constituye el ser capaz de retratar el conflicto no desde la batalla (a la que, por cierto, se presta escasa atención), sino desde los sentimientos de víctimas y verdugos: la esperanza, el desconsuelo, la solidaridad, la hipocresía o la frialdad extrema.
La novela está construida desde la psicología y los principios del personaje principal. Yuri Santacruz, criado entre la miseria que rodeó a la Revolución Rusa, llega a Berlín donde se rebela ante las atrocidades y la sinrazón del nazismo. Así, el protagonista nos hace partícipes de su sufrimiento; de su rechazo frontal a los dos sistemas totalitarios que asolaron Europa (entendiendo que las dictaduras franquista e italiana se alinearon con Hitler) entre 1917 y 1945.
La obra finalista del Premio Planeta 2021 no constituye un relato amable, ni siquiera dócil. La continua sensación de pérdida y de injusticia se impone, salvaje, a lo largo de cada página. Sánchez-Garnica no se ahorra ni dulcifica el hambre, las violencias ni la muerte.
Este libro ofrece una lectura atrayente, imbuyéndote en su universo desde el primer momento. El dominio del lenguaje demostrado por Sánchez-Garnica, directo y sin estridencias, se une a una cuidada labor de documentación sobre el período histórico en el que se desarrolla la trama. Ello, junto a la riqueza de su argumento y la complejidad de sus personajes (la mayoría de ellos no son lo que parecen en un inicio), ofrece una obra narrativa que se aleja de otras novelas sobre el nazismo.
Últimos días en Berlín es una obra intensa, emotiva y detallada. Trata a las víctimas de la guerra con un profundo respeto y dota al conjunto de una atmósfera íntima y muy rica. Por honrar valores como la amistad inexorable (más allá de ideologías y de bandos), la valentía, la coherencia de espíritu y el afecto y amor sinceros, esta novela obtiene, en la Buhardilla de Tristán, la calificación de recomendada.
Hace semanas que no me pongo delante del teclado para contarte cómo tu mamá y yo estamos viviendo este tiempo en el que te esperamos con mucho amor. Están siendo días ciertamente intensos, a la par que emocionantes. Hoy es viernes y, tras el pequeño susto, los médicos dan el alta a mamá. La noche del pasado sábado al domingo, empezó a sentir unos dolores intensos y pensamos que tú estabas teniendo una fiesta dentro de su vientre, moviéndote como tanto te gusta. Pero tras varias horas, decidimos acudir al hospital. Parece que había riesgo de que llegaras antes de tiempo. Por suerte, gracias a la medicina y a las excelentes atenciones que mamá recibió, tú te encuentras perfectamente (el bienestar de los dos es lo único importante) y sigues aguardando el momento de tu llegada, formándote y haciéndote más fuerte. Estamos deseando que estés con nosotros, pero, hijo mío, por tu salud, aguanta todo lo que puedas. ¡Mamá y yo te amamos!
18 de diciembre de 2022
Querido hijo:
El pasado viernes, día 16, volvieron a ingresar a mamá. Los médicos nos dijeron entonces que, tal vez, vendrías pronto, pero sigue siendo necesario que aguardes para seguir creciendo antes de salir afuera. Por suerte, tanto mamá como tú os encontráis bien. Ella ahora está descansando en la habitación del hospital, cuidándose y cuidándote mucho. Toda la familia y los amigos nos preguntan por ti. Están muy felices y deseando conocerte, aunque todos te piden que sigas dentro de mamá hasta que estés totalmente preparado. Tranquilo, Mateo, te prometo que llegues cuando llegues nosotros te estamos esperando. Piensa que aquí fuera hace mucho frío, estamos en pleno invierno; aguanta unas semanitas más, ¿vale? ¡Eres un campeón! ¡Te amamos!