En casa de Neruda. Día 12

La Historia convertida en poesía.

Día 12. Santiago de Chile, 7 de julio de 2019.

Santiago despierta nublado, parece querer retenernos en el calor del hogar. Las nubes ofrecen un color grisáceo a la panorámica. Interceptamos un taxi que aminora la velocidad cuando nos ve acercarnos: «a La Chascona, por favor; en el barrio Bellavista».

El taxista dice no conocer el lugar, así que le indicamos. Llegamos transcurridos unos minutos; Pablo Alborán y otras canciones españolas han acompañado el trayecto. Los alrededores del lugar parecen descuidados; arrojan un contraste radical con el azul del mar que domina la espectacular propiedad de Pablo Neruda en Santiago.

Es difícil describir todas las sensaciones que evoca el paseo. Los jardines, las dependencias y cada uno de los rincones huelen a poesía, pero también a Historia viva de Chile; a resistencia y a lucidez. Tres grandes espacios bien diferenciados, de estructura irregular y construidos a diferentes alturas; cada cual separado por escaleras rodeadas de vegetación, albergan dependencias de lo más variopinto: el amor del autor por las letras, los viajes y el mar forman el común denominador de cada una de ellas. 

La Chascona: fiel reflejo de la vida personal, política y literaria de Neruda. Entre sus estancias, puede descubrirse al poeta, al amigo de Salvador Allende, luchador por la democracia y, sobre todo, a un amante apasionado de todo cuanto le rodeaba.

Pasear, reflexionar, disfrutar; respirar tranquilidad y ser parte de una historia que contó uno de los personajes más relevantes del siglo XX. La Chascona es mucho más que una Casa Museo; recorrerla inspira, te transporta a un mundo que se convierte en cercano, a pesar de no haberlo vivido.

Pablo Neruda. Un capitán en tierra, un amor de mar. ¡La aventura continúa!

Mirando al cielo. Días 3 y 7

Un viaje hacia las estrellas.

Día 3. Santiago de Chile, 28 de junio de 2019.

Llegamos al Planetario Chile media hora antes del inicio del show. En la calle, de fondo, el Chile – Colombia de los cuartos de final de la Copa América. Acaban de anular un gol a Aránguiz, el que habría supuesto el primero para la chilena. El Planetario: un lugar coqueto que nos recibe con una fuente de agua. Importantes colas de personas dispuestas a disfrutar del espectáculo. Como antesala, una copa de champán para conmemorar el eclipse del próximo martes y para celebrar que estamos juntos, disfrutando cada instante.

Nos invitan a subir al segundo piso, a la Sala Albert Einstein, donde se proyectará el paseo por el cielo. El espacio circular, con capacidad para más de 250 personas, está coronado por una majestuosa cúpula. Nos acomodamos en dos de las butacas semi reclinables de una de las primeras filas. Una voz nos guía por las maravillosas constelaciones y curiosidades que esconde la bóveda celeste. 

Cielo, estrellas, música, eclipse. Simplemente, un viaje espectacular.

Una lección de humildad.

Día 7. Santiago de Chile, 2 de julio de 2019.

Una maravilla de la naturaleza, un acontecimiento que te hace sentir pequeño. Una efeméride que un país entero ha convertido en un evento de interés nacional. Miles de personas, espectadores de excepción, compartiendo una tarde de luces y sombras.

Niños y ancianos; sonrisas, romanticismo, personas a pie, en bici o autobús. Toda una vivencia para recordar toda una vida.

¡Seguimos con todo!

Descubriendo Chile. Días 1-2

Cruzando el Charco.

Día 1. Béjar (Salamanca) – Madrid, 26 de junio de 2019.

Echar un último vistazo a la maleta, guardar toda la documentación… Pasaporte listo. Los nervios previos a un gran viaje hacen su aparición, pero los agradezco: me ayudan a estar alerta y a ser resolutivo. El corazón latiendo a mil por hora, expectante y feliz: 10.560 kilómetros me separan de un sueño. Más allá del Atlántico, dos meses y medio para compartir nuestra felicidad y para crecer personal y profesionalmente. Llegar a Madrid. El viaje en coche ha concluido sin problemas, más allá del calor que asola la capital. El aeropuerto rebosa actividad; voces que van y vienen. Cada persona cuenta una historia que se cruza con la mía. Se anuncia mi puerta de embarque -S44-. Respiro hondo, sonrío y me coloco en la fila. 

Estoy sentado en mi asiento, el 21 D del vuelo LA 705 de LATAM, con destino a Santiago. Y mientras me despido de España, pienso en esos ojos que me esperan en la capital chilena y muero de felicidad, y de amor. ¡Despegamos!

Día 2. Santiago de Chile, 27 de junio de 2019.

7:35 de la mañana. He pasado, en apenas unas horas, de un caluroso inicio de verano en el hemisferio norte a los poco más de 5º C que me reciben en Chile. Tras pasar el control fronterizo, recojo mi maleta y, a pesar del cansancio por el largo trayecto, me siento lleno de vida cuando un abrazo largo, intenso y mágico me da la bienvenida. Estoy donde y con quien deseo estar; ¡infinitamente feliz!

¡Una nueva aventura acaba de comenzar! ¡Vamos con todo!