9 de diciembre de 2022
Querido Mateo:
Hace semanas que no me pongo delante del teclado para contarte cómo tu mamá y yo estamos viviendo este tiempo en el que te esperamos con mucho amor. Están siendo días ciertamente intensos, a la par que emocionantes. Hoy es viernes y, tras el pequeño susto, los médicos dan el alta a mamá. La noche del pasado sábado al domingo, empezó a sentir unos dolores intensos y pensamos que tú estabas teniendo una fiesta dentro de su vientre, moviéndote como tanto te gusta. Pero tras varias horas, decidimos acudir al hospital. Parece que había riesgo de que llegaras antes de tiempo. Por suerte, gracias a la medicina y a las excelentes atenciones que mamá recibió, tú te encuentras perfectamente (el bienestar de los dos es lo único importante) y sigues aguardando el momento de tu llegada, formándote y haciéndote más fuerte. Estamos deseando que estés con nosotros, pero, hijo mío, por tu salud, aguanta todo lo que puedas. ¡Mamá y yo te amamos!
18 de diciembre de 2022
Querido hijo:
El pasado viernes, día 16, volvieron a ingresar a mamá. Los médicos nos dijeron entonces que, tal vez, vendrías pronto, pero sigue siendo necesario que aguardes para seguir creciendo antes de salir afuera. Por suerte, tanto mamá como tú os encontráis bien. Ella ahora está descansando en la habitación del hospital, cuidándose y cuidándote mucho. Toda la familia y los amigos nos preguntan por ti. Están muy felices y deseando conocerte, aunque todos te piden que sigas dentro de mamá hasta que estés totalmente preparado. Tranquilo, Mateo, te prometo que llegues cuando llegues nosotros te estamos esperando. Piensa que aquí fuera hace mucho frío, estamos en pleno invierno; aguanta unas semanitas más, ¿vale? ¡Eres un campeón! ¡Te amamos!