8 de enero de 2023:
Querido hijo, Mateo:
Pasaron las fiestas de Navidad y, afortunadamente, sigues en el vientre de mamá. Ella tuvo que ser ingresada por tercera vez entre el 23 y el 29 de diciembre, lo que hizo que pasáramos la Nochebuena y la Navidad en el Hospital. Allí, el capellán vino a acompañarnos en la oración y bendijo tu futuro nacimiento. Después, los abuelos Javi y Maribel y la tía Miriam vinieron a casa a pasar con nosotros Nochevieja y Año Nuevo y, después, mamá, tú y yo fuimos a Béjar a esperar con ellos la llegada de los Reyes Magos.
Esta ha sido tu primera Navidad, todavía dentro de mamá, pero toda la familia (tanto la de España como la de Chile) te hemos sentido muy cerquita. No solo has recibido muchos regalos de Papá Noel y de los Reyes, sino que muchas personas nos han trasladado buenos deseos para ti y para que llegues a este mundo con mucha salud y feliz.
Mamá y yo estamos bien, nerviosos (porque queremos que todo esté preparado para ti) y tremendamente ilusionados con tu llegada. A mamá ya le cuesta bastante moverse y se encuentra cansada, porque cada vez estás más grande, pero es una campeona y, aun con todo, tiene energías para trabajar y para cumplir con todo en el día a día.
No sabemos cuándo llegarás, aunque es seguro que falta menos de un mes para ese emocionante momento. Aunque tenemos algunos miedos e inseguridades (que imagino que tienen todos los padres primerizos), nos desborda la alegría al pensar en cómo será mirarte mientras duermes, darte tu primera comida o tu primer baño y, cómo no, cambiar tu primer pañal. Ojalá que cuando estés en nuestros brazos sientas (que nosotros sepamos transmitirte) todo el amor que sentimos por ti. Porque para nosotros, tú eres lo más importante. Mateo, ¡mamá y yo, y toda la familia, te amamos infinito!