100. La verdad tras los barrotes

Aquella mujer con uniforme había hecho creer a mi nuevo cliente que no había peligro, que era solo una entrevista rutinaria. Sin embargo, con el paso de las horas, el ambiente y las preguntas se habían ido enrareciendo. Tras el tercer vaso de agua, su primera petición de asistencia letrada había sido rechazada y hubo de esperar dos interminables horas más, según me explicó después. A mi llegada, me encontré un hombre abatido, que no sabía si reír con ironía o llorar de desesperación. Tras amenazar a la susodicha con una llamada al Juez de guardia, nos dejó solos: le pregunté si lo habían tratado con respeto —ni se me ocurrió pensar en la amabilidad, la equidad o la más mínima deferencia— y comenzamos a preparar su declaración. Media hora más tarde abandoné aquella sala con una sonrisa insinuada, que pronuncié al pasar junto a la perpleja funcionaria de policía.

A la salida de la comisaría me esperaba Daniel, el abogado en prácticas que la Escuela me había asignado aquel año. Me miró con aquellos ojos, entre expectantes y decepcionados —no me cabe duda de que habría insistido en acompañarme de no haberle cerrado esa posibilidad de forma categórica—, tratando de averiguar si traía buenas o malas noticias. Despaché su interés con un ademán no excesivamente comprometedor y le indiqué que nos subiéramos al coche. Una vez en el bufete, preparé café para los dos y le puse al día del asunto: era tal la enjundia de lo sucedido y la gravedad de sus consecuencias que ganar o perder significaría un éxito sin paliativos o el fin irremediable de nuestra carrera como abogados.

Daniel contrajo el rostro, pensativo, y su expresión reveló sus intenciones: «¡cuente conmigo!».

Una incógnita elemental

Recensión e ideas de «El problema final»


  • Autor: Arturo Pérez-Reverte Gutiérrez (Cartagena, España, 1951).
  • Editorial: Alfaguara.
  • Año: 2023.
  • Colección: Hispánica.
  • Género / temática: novela negra, ficción detectivesca.
  • Número de páginas: 328.
Créditos de la imagen: Casa del Libro (tomada de Google).

Contiene espóiler.

Sinopsis libre:

Hopalong Basil, un veterano actor en el ocaso de su carrera, conocido por haber interpretado en quince ocasiones el personaje de Sherlock Holmes, se encuentra atrapado, durante un temporal, en la isla de Utakos, junto a su amigo el productor italiano Pietro Malerba y la Farjallah. Mientras se hospedan en el hotel Auslander, aparece el cadáver de Edith Mander, una de las huéspedes, en lo que, en un primer momento, parece un suicidio. Debido a su conocimiento del personaje de sir Arthur Conan Doyle, la dueña del establecimiento y los demás hospedados encargan a Basil que investigue las extrañas circunstancias de la muerte de la joven y reservada británica, ayudado por Paco Foxá, un autor español de novela negra barata que idolatra al actor británico y que hará las veces de doctor Watson.

Los posteriores asesinatos del doctor Karabin y de Hans Klemmer un rollizo alemán, ex de las SS, tensionan la convivencia y aumentan los recelos de los moradores del hotel, quienes se debaten entre el respeto a la capacidad deductiva del actor, el miedo a convertirse en la siguiente víctima y el hastío ante lo que consideran una farsa.

Con el paso de los días, Basil y Foxá se adentrarán en un entramado de secretos, mentiras y medias verdades que amenazan la integridad y seguridad de huéspedes y empleados. ¿Serán capaces los protagonistas de resolver el misterio y descubrir al asesino antes de que termine el temporal y acuda la policía de Corfú?

Reseña:

Habiendo leído buena parte, si no la mayoría, de la producción literaria de Pérez-Reverte, me considero capaz de afirmar que, tal vez, ésta no sea la mejor obra del escritor cartagenero. Con El problema final, se adentra en un género inexplorado para él y, si bien la novela goza de la seriedad y pulcritud a la que el autor nos acostumbra, no deslumbra, como sí sucedió con otras sagas o historias individuales.

No obstante, debe valorarse la valentía de Reverte de incursionar en un género, el de la clásica novela detectivesca —la conocida como ‘novela enigma’—, nada sencillo y el hacerlo, además, habiendo convertido el resultado en un sincero homenaje a los más grandes: Edgar Allan Poe, Arthur Conan Doyle o Agatha Christie. No acaban aquí las remembranzas, pues el protagonista, Hoppy Basil, no es otro que el alter ego de Basil Rathbone, quien interpretó a Holmes en catorce ocasiones.

El desarrollo de la historia sigue los cánones tradicionales del género: varios personajes ‘encerrados’ en un espacio y una sucesión de muertes, en apariencia imposibles, junto con una mente preclara encargada de hacer las pesquisas. En este sentido, el autor cumple con las exigencias fundamentales de la temática. Uno de los puntos fuertes de El problema final es, de todo punto, el ingenio a la hora de crear a los dos protagonistas: tanto el investigador como su ayudante son, en cierto sentido, impostores, lo cual permite a Reverte jugar permanentemente con la dualidad realidad-ficción, consiguiendo adentrarnos en la novela —o en una película, podría mejor decir— dentro de la novela.

Siguiendo el juego que el autor nos propone en el título, lo cierto es que el ‘problema’ —lógico, casi algorítmico— que constituye el hilo argumental está adecuadamente planteado: los personajes son complejos, profundos —no solamente los protagonistas; todos y cada uno cumplen una función muy concreta en el relato—, las localizaciones están detalladas con gusto —permiten al lector paladear las costas de Grecia, con su imponente Historia, su radiante luz y sus enigmáticas sombras— y la sucesión de tramas y urdimbres secundarias están tejidas de modo que son un activo más para la narración.

Esta novela se convierte en un diálogo continuo. El que establecen los dos protagonistas Basil-Foxá —al más elemental estilo Holmes-Watson—, el que dibujan algunos personajes secundarios entre sí —Malerba-Farjallah o Auslander-Klemmer, por mencionar algunos— y, el más importante sin duda, el que sostiene Pérez-Reverte con el lector. Desde la primera hasta la última página el autor nos desafía a descubrir el truco, siendo muy cuidadoso en esconder sus cartas hasta el final. Pero es que, además, esta obra es una invitación a no olvidar a los grandes maestros/as del género. Estoy convencido de que un estudiante de literatura puede ver esta novela como un manual en el que Reverte muestra los entresijos de este apasionante género narrativo.

Debo reconocer, sin embargo, que el final me dejó un sabor agridulce. Sin intención de desvelar la astucia final, si bien la resolución es inesperada, en aras a resultar sorpresiva parece haber sido ideada de modo ligeramente forzado, como quien sacrifica la comodidad por la elegancia en un calzado para caminar por la montaña.

Desde el punto de vista técnico, la obra está escrita con el rigor y la exactitud habituales en este escritor. En su narración nada sobra y nada falta. Ciertamente es un deleite leer una novela en la que no hay que preocuparse por el continente y sólo disfrutar del contenido. En resumen, por regalarnos una lectura amena y por constituir un bonito homenaje a personajes inolvidables como Holmes o Poirot, esta novela obtiene, en la Buhardilla de Tristán, la calificación de recomendada.


Valoración: 18/26 puntos (recomendada). 

A partir de esta recensión, y en adelante, utilizaré para la valoración de las obras una rúbrica elaborada por mí. El género literario de que se trate y la obra en particular determinarán qué aspectos se evaluarán: consignaré cuántos puntos le he otorgado del máximo posible (en función de los ítems valorados). La escala de valoración continúa siendo: no recomendada < poco recomendada < recomendada < muy recomendada. Se incluirá también, al final, la valoración en estrellas, sobre un máximo de cinco.

(R)evolución

Recensión e ideas de «Revolución»


  • Autor: Arturo Pérez-Reverte Gutiérrez (Cartagena, España, 1951).
  • Editorial: Alfaguara.
  • Año: 2022.
  • Género / temática: novela histórica.
  • Número de páginas: 464.
Créditos de la imagen: Casa del Libro (tomada de Google).

Contiene espóiler.

Sinopsis libre:

La vida llevó a Martín Garret Ortiz, un ingeniero de minas español, a México y la casualidad a ser observador primero y protagonista después de la revolución mexicana de principios del siglo XX. En su afán por descubrir los hilos que mueven el enfrentamiento, con sus afectos, tensiones y traiciones, el joven se va enamorando de la adrenalina, de la revolución y del país, de la mano de los hombres de Pancho Villa.

Sereno, bravo y consciente de la fragilidad de su existencia, sin decidir si cree o no en la revolución por la que derrama sangre, sudor y lágrimas, Garret se debate entre las dudas y el leal respeto a uno de los subalternos de Villa, el mayor Genovevo Garza. Puentes, dinamita y muerte; deseo, curiosidad y soledad. Con estos ingredientes, el protagonista recorrerá el país norteamericano, desde la capital hasta Juárez y Veracruz a las órdenes de Garza y bajo la peligrosa mirada de Sarmiento sobre su espalda.

Con su osadía como única y fiel compañera, el protagonista se embarcará en una peligrosa e inestable aventura que cambiará su presente… y su futuro.

Reseña:

Viajamos de nuevo a México con Arturo Pérez-Reverte, como ya hiciéramos en La Reina del Sur, en esta ocasión para ser testigos de la historia de un valeroso ‘gachupín’ en el entorno de la Revolución mexicana de 1910. Si bien la obra se enmarca en el género de la novela histórica, pues la trama se ambienta en la insurrección liderada por Emiliano Zapata, Pancho Villa y otros hombres de armas, la clave narrativa se delinea a través de la mirada íntima del protagonista hacia sí mismo y el contexto que lo rodea.

Destaca, en primer lugar, el modo en que Pérez-Reverte nos presenta al personaje principal, Martín Garret Ortiz: nos muestra a un muchacho aguerrido, casi temerario, imbuido del atrevimiento, casi insolencia, que le da la juventud; sus mayores virtudes parecen ser al inicio la certeza ante las vicisitudes y la valentía inconsciente ante los peligros. Sin embargo, el devenir de la revolución, las balas, la miseria y la muerte van endureciendo sus ojos y encogiendo su descaro: al final de la novela las consecuencias de lo vivido dejan entrever un alma áspera, remendada por los recuerdos. Por lo anterior, llama la atención que el autor haya afirmado, respecto de Martín Garret, que «…la mirada al mundo del protagonista es la mía. Lo que aprendí con la guerra, el botín de mi aventura, se lo he prestado a él«.

Con la pulcritud a la hora de contar a la que acostumbra, el autor nos sumerge en un conflicto en el que no todos los buenos lo fueron tanto. Pero, como dije antes, ésta no es una novela histórica al uso: el México de 1910 sólo es el envoltorio de la confesión del protagonista (quién sabe si compartida con el autor) sobre la vida, el azar, la lealtad y el fin de todo ello. Debe mencionarse también el contrapunto que Reverte aporta a tanta varonía y desencanto fruto de la revuelta gracias a las tres mujeres principales de la narración: Diana Palmer, Yunuen Laredo y Maclovia Ángeles.

Gracias a su escritura esmerada, la lectura resulta amena y gratificante. Se agradece, una vez más, el esfuerzo de Pérez-Reverte por inmergirnos en el habla del lugar, en este caso, el México de principios del siglo XX: expresiones, modismos, alusiones despectivas (o suspicaces) hacia lo español. El autor es capaz de jugar, a través de las palabras, con las emociones del lector, desde el tenso fragor de la batalla al dolor contenido por la pérdida de un compadre. Además, aunque el principio de la novela es un poco más lento, poco a poco va ganando adrenalina, al ritmo de las aventuras y desventuras del protagonista.

Revolución es, en suma, mucho más que una novela histórica: es un canto al pasado, con algunas valiosas enseñanzas para el presente. Por acercar al lector al convulso México de albores del siglo XX desde un prisma sosegado y maduro, esta novela obtiene, en la Buhardilla de Tristán, la calificación de recomendada.


Valoración: recomendada (4/5).